Sucede que los procesos de gestión tradicionales, donde la automatización o digitalización tenían poco peso, ya no valen ni son eficaces frente a consumidores que exigen agilidad, velocidad y certeza tecnológica en cualquiera de los intercambios con determinado producto o servicio.
La experiencia del cliente cada día es mas importante y las empresas que comprendan este paradigma podrán sobrevivir a largo plazo.
Un cliente moderno se siente satisfecho cuando llega la factura por medios digitales, mucho mas que si tiene que llevarse un papel al salir de la tienda.
Del mismo modo se siente bien cuando puede consultar su saldo mediante una app movil o un sitio web funcional, sin tener que acercarse personalmente o llamar telefónicamente.

El tiempo para los consumidores se torna cada vez mas valioso y la coherencia entre los distintos puntos de contacto del usuario con su proveedor, pasa a ser un tema de gran relevancia a la hora de evaluar la calidad de dicha empresa y obviamente, a la hora de decidir una compra.
Si me manifestaron que podre abonar con tarjeta, deseo que mi tarjeta funcione. Si me enviaron un email indicando que el producto esta en camino, pues que verdaderamente esté en camino... y si compre un producto en una plataforma virtual, que no me cancelen la compra por falta de stock, mas vale vincular el stock real con dicha plataforma para tener la certeza de que lo que ofrecen está disponible.

Cuidado!, no se trata de volver a una empresa impersonal o de alejarnos de los clientes poniendo barreras tecnológicas, todo lo contrario, se trata de ampliar las posibilidades para aquellos que desean aprovecharlas, sin relegar a los clientes que se sientan cómodos con los canales tradicionales. Si la incorporación de tecnología se hace adecuadamente, el consumidor la asimilará sin necesidad de recurrir a la imposición.

Aquí viene el desafío de las empresas tradicionales, que llevan décadas con un modelo físico exitoso, pero cuyos procesos cada día quedan mas relegados frente a las nuevas compañías que se animan a rediseñarlos.
No es menor la consigna de que hay que animarse: La Transformación Digital de una empresa, se da cuando todas las personas relacionadas con la organización comprenden su responsabilidad dentro del proceso global, entienden que beneficios otorgan las nuevas herramientas y colaboran para que esta transformación sea exitosa. Esto es válido también para los dueños o directivos, que deben estar convencidos sobre el objetivo y totalmente comprometidos en salir de la zona de confort que han logrado con los años.

Sí, claro, se trata de tener un buen sitio web, con funciones útiles y sencillas, también es importante dominar las redes sociales, y de igual modo es fundamental tener un sistema para facturar; o desarrollar una app para estar mas cerca de nuestros clientes, o colocar una pantalla de autogestión en el local para obtener turnos fácilmente... Pero todo esto no es suficiente, estas herramientas aisladas no hacen mas que generar confusión si no son coherentes entre sí.

En nuestra opinión, todas estas acciones deben estar integradas, y deben ser gestionadas desde un software central, que permita controlarlas, configurarlas y lo mas importante: que unifique información obtenida para que sea transformada, agrupada, presentada de un modo que los niveles gerenciales de la empresa puedan usarla para tomar decisiones.
Un proceso de Transformación Digital será exitoso y mucho mas fructífero si está plasmado o ideado con un soporte unificado, un software ERP que nos permita tener todos los procesos conectados. Un sistema que actúe como motor de coherencia y regulador de cada area de la empresa.
Aquí radica la importancia de dar con un buen proveedor de software ERP, que nos garantice la posibilidad de tener un panel de control de nuestro proceso de transformación digital y que no apoye en el largo y complejo paso intermedio entre la operación con procesos tradicionales y la nueva idea, que incorpora cuestiones mas modernas y con cambio constante.

Un software ERP adecuado para apoyar nuestra Transformación Digital, tendrá que unificar todas las etapas de compra, producción, ventas, etc, . Deberá permitirnos registrar las operaciones en distintos puntos físicamente alejados, y también absorver las solicitudes de cualquier plataforma virtual. Incluso estará conectado a nuestro propio sitio web o aplicaciones y nos permitirá gestionar los recursos con paneles centralizados, todos concordantes entre sí.
Este tipo de software también deberá contener funciones CRM, registrar completamente los datos del cliente, la relación que hemos tenido con cada uno, y gestionará las consultas que el mismo usuario realice por cualquier medio tecnológico puesto a disposición.
Si el cliente consulta el saldo de su cuenta corriente desde su teléfono móvil, o si un asistente verifica ese dato desde su PC, será el mismo software que responda dicho dato, integrando coherentemente cada sector relacionado a la empresa.
Un buen ERP apoyará nuestra transformación digital por el simple hecho de abrazar correctamente cada punto de contacto, es el corazón del concepto de Transformación Digital, y debe ser entendido con la importancia que su responsabilidad representa.


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